Descripción
Y te grité: ¡Casémonos! Y tú me miraste con cara de asombrado. Y ahí fue cuando supe que nunca tendrías huevos para salir del armario y destapar ese amor que sentías por mi. Dos años más tarde te casaste con Mª Luisa y me dejaste destrozado. No sé como puedes vivir en una farsa, no sé como lo has podido estar haciendo todos estos años.
Foto: autor desconocido
Texto: La sombra del fotógrafo